Cleopatra, la última reina de Egipto, descubrió una puerta secreta en la Gran Pirámide de Giza, oculta detrás de antiguos bloques de piedra. Los jeroglíficos en la puerta narraban historias de viajes interdimensionales y representaban a Anubis, el dios de la muerte, listo para guiar a las almas.

Impulsada por la curiosidad, pronunció las palabras mágicas inscritas y la puerta se abrió, revelando un pasillo luminoso que conducía a un portal similar a un Stargate. Anubis apareció, explicando que el portal conectaba su reino con mundos lejanos y que solo aquellos con un corazón puro podían cruzarlo.

Decidida a descubrir el destino de su reino, Cleopatra cruzó el portal y se encontró en un reino extraordinario, donde antiguas deidades y civilizaciones extraterrestres se encontraban. Allí aprendió sabidurías olvidadas y verdades cósmicas.

Regresó a Egipto, llevando consigo un mensaje de paz y responsabilidad, transformando su reino y dejando un legado que inspiraría durante siglos.